Las piedras no solo ofrecen refugio a especies animales y vegetales, sino también, en un lugar ventoso como Lanzarote, contribuyen a frenar la erosión.
Si mueves las piedras, la vegetación desaparecerá rápidamente, entonces, no habrá insectos para que se puedan alimentar las aves y reptiles, muchos de ellos endémicos.
● En muchos sitios se suelen levantar montículos para marcar caminos, senderos o los lindes de una propiedad, los turistas, los imitan en cualquier punto y siembran la confusión.
● Cuando los turistas no encuentran rocas, se dedican a desarmar paredes divisorias de agricultores o ganaderos, que en muchos casos, son construcciones de 300 años.
● Otra mala costumbre de los turistas, es la construcción de corralitos entorno a alguna planta, esto no favorece al vegetal, en cuanto se remueve muere al poco tiempo.
Además del problema ecológico, hay una banalización del paisaje.
● Las colillas son ligeras y son capaces de recorrer miles de kilómetros por la fuerza del viento y el agua. Son el principal componente de basura en las playas y en el medio marino.
● 1 colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua de mar y 50 litros si es agua dulce.
● 1 colilla tarda hasta 12 años en desintegrarse.
● Además, su ingesta puede ser mortal para aves y cetáceos.
Los científicos alertan del alto riesgo que supone para nuestra salud y la del planeta que el veneno de las colillas acabe integrándose en la cadena trófica, contaminando el pescado del que nos alimentamos e incluso la sal que usamos como condimento.
● La acampada.
● El fuego.
● Jabón en la zona de baño o duchas.
● Ruido alguno por cualquier medio, aparato o instrumento.
● No se permite nada que perturbe el disfrute de las playas a todos los usuarios.